miércoles, 3 de marzo de 2010

COMO SUPERAR LA IRRITABILIDAD

En un mundo como el actual, cambiante y lleno de presiones y exigencias, es común que muchas personas se sensibilicen y se comporten de manera irritable. Todo les molesta y se les dificulta calmarse y recuperar su alegría. ¿Qué hacer para superarlo? Siga leyendo.

Por mucho que nos guste la vida apacible, habitar en ciudades grandes y modernas nos impone una manera de funcionar en la que contrastan las oportunidades de lograr objetivos, y los escasos momentos de tranquilidad personal.
La búsqueda de metas más altas y espacios de desarrollo profesional más destacados, no vienen sin exigir un precio. Es así, que nos toca lidiar con grandes presiones y exigencias cotidianas; con retos que a veces nos desbordan y demandan de nosotros astucia, malicia y disposición a competir. Todo esto genera respuestas de estrés y de uno de sus rasgos más definidores: la irritabilidad.

Defino la irritabilidad, como la disposición psicológica a reaccionar de manera automática, acelerada y excesiva ante un estímulo o un tipo de estímulo determinado. Este estilo de respuesta sobredimensionada, automática y presurosa, suele meternos en muchos problemas, pues nos lleva a “disparar primero y averiguar después”, a responder en momentos y de maneras inadecuadas, en las que se evidencian el resentimiento, la frustración y la rabia. El resentimiento implica malestar retenido que emerge súbitamente; la frustración se refiere a malestar por no lograr lo que se esperaba, y la rabia, se traduce aquí como una respuesta intensa y defensiva ante la idea de que se estaría cometiendo con nosotros alguna injusticia o que nuestro espacio privado está siendo invadido sin autorización nuestra.
La irritabilidad tiene efectos negativos: Daña la salud, afecta las relaciones y limita la productividad. Afecta la salud, por cuanto la persona es susceptible a muchos estímulos que percibe como “amenazantes”. El lado reactivo de la irritabilidad le impide a quien la padece, experimentar calma o relajarse, lo que a mediano y largo plazo tiende a promover alteraciones frecuentes del sistema nervioso, que pueden desembocar en trastornos de ansiedad y depresión.
En cuanto a las relaciones, no es muy atractivo compartir con personas demasiado susceptibles y predispuestas, que se disgustan con facilidad, pues tienen expectativas altas que pocos pueden satisfacer. Esta tenencia mental y emocional, afecta la capacidad de disfrutar de la vida y de las relaciones, y se extiende a prácticamente todos los vínculos.
La relación entre la irritabilidad y la productividad no parece obvia pero existe y puede evidenciarse. Si bien es cierto que las personas irritables pueden ser detallistas y perfeccionistas, lo es también el hecho de que la predisposición permanente bloquea su creatividad, la rigidez mental les hace perder de vista otros ángulos, y la conflictividad que generan a su paso, les reduce el apoyo de otros. Acerca de sus causas, la irritabilidad puede obedecer a una tendencia biológica innata del temperamento, o puede aprenderse por imitación, o como respuesta condicionada (adquirida) por experiencias de frustración que hacen a la persona actuar hiper-vigilante, sensible y precavida, y le inducen a la desconfianza y a las interpretaciones anticipatorias negativas (“no va a funcionar”), defensivas (“a mí no me van a hacer esto”), generalizadoras (“siempre pasa lo mismo”), etc. Pensamientos limitantes, pues, que impiden o bloquean bienestar y éxito.
Este estilo comportamental es muy negativo, aunque por fortuna puede ser superado, siempre que se acepte que hay tendencia irritable, que produce efectos limitantes, y que se desea cambiar positivamente
Los pasos siguientes incluyen observarse, detectar las pautas de reacción, es decir, ante qué nos mostramos irritables, y luego determinar el tipo de pensamiento para poder sustituirlo. Se requiere también aceptar que hay diversos puntos de vista ante cada situación, por lo que el mundo no va a comportarse siempre como lo deseamos. Por esto, es inteligente y necesario desarrollar tolerancia, aceptación, comprensión. Y lo más importante, es darse cuenta de los efectos nocivos de la irritabilidad, y de su poca eficacia para generar bienestar y logros. No es realista pensar que molestándose, alterándose, irritándose por cualquier cosa, vamos a cambiar los resultados y a obtener lo que anhelamos.

Finalmente, debe decirse que aunque este cambio puede encontrar resistencia, con paciencia y perseverancia lograremos una vida más placentera y próspera, pues nuestro comportamiento será cada vez más adaptado y cónsono con las demandas del medio ambiente. Gracias por leerme. www.laexcelencia.com Si gustan, pueden seguirme en Face book y en Twitter

lunes, 22 de febrero de 2010

El Autosabotaje

Uno de los mayores enemigos del éxito y la felicidad personal es el autosabotaje. Defino autosabotaje como el conjunto de pensamientos, actitudes y conductas que influyen en la aparición y perpetuación de estados y pautas de malestar y fracaso.

Las cauas impulsadoras de este estilo funcional son difíciles de identificar y comprender. Desde una perspectiva espiritualista, se ha señalado que la causa del autosabotaje reside en la esencuia misma del Ego, en la naturaleza de la mente, que tiene como características intrínsecas la agitación y el juicio. Así, una mente intranquila y crítica, promovería, desde esta visión, sufrimiento permenente.

En un plano más psicologico, la Psicología Cognitiva ha sugerido que las causas del autosabotaje son las pautas disfuncionales aprendidas en la infancia. Así lo han planteado constructos teóricos como la "teoría de la deprivación emocional" y la "teoría del apego de Bowlby.

Albert Ellis, destcado investigador de la conducta, ha postuló una "Teoría de la Irracionalidad Humana", según la cual hay algo en la naturaeza del ser humano, que le impulsa a sabotear su felicidad de manera frecuente. A los comportamientos orientados en ese sentido, los denominó "conducta neurótica".

Aaron Beck lo ha ubicado en una perspectiva procesual, al señalar que el sufrimiento subjetivo se basa en formas inadecuadas de procesar la información ambiental. A su juicio, las personas realizan interpretaciones inadecuadas (incorrectas, exageradas o incompletas) lo que les genera problemas emocionales e interpresonales.

Alfred Adler, propulsor de la llamada Psicología Individual, consideró que nos saboteamos por causa de traumas adquiridos en la infancia, especialmente por invalidación familiar y social. supuso que los niños aprenden a sentirse invalidados, humillados, subestimados, y que esto los impulsa de por vida a esforzarse y "hacerse valer", para demostrar que son valiosos. Es en ese contexto mental y emocional, plagado de resentimiento y ansiedad, que los sujetos desarrollan formas patológicas de comportamiento.

En lo personal, considero que la conducta patológica de autosabotaje consistente, surge como producto resultante de vulnerabilidades biológicas y psicológicas, que se activan en ciertas circunstancias.

Con base en la observación experimental, distingo tres formas frecuentes e identificables de autosabotaje:

- Autoengaño
- Autoinvalidación
- Autoabandono.

El autoengaño es un mecanismo de autosabotaje según el cual la persona valora de forma imprecisa sus fortalezas o debilidades, posibilidades o amenazas, lo que le lleva a tomar decisiones inadecuadas y a padecer resultados indeseados, a veces desastrozos. Desde el autoengaño, podmeos planteamos metas inalcanzables o sentirnos muy especiales para los demás, aunque las evidencis digan lo contrario.

La autoinvalidación es un mecanismo de autosabotaje según el cual la persona piensa negativamente sobre sí misma, y actúa de manera coherente con esos pensamientos, lo que limita sus éxitos y recompensas emocionales. La autoetiquetación negativa y el pesimismo, son dos de su más frecuentes formas de manifestación.

El autoabandono es un mecanismo de autosabotaje según el cual la persona se ignora, se olvida de si misma y por lo tanto descuida las acciones de autocuidado requeridas para la preservación de la vida, la salud y la buena imagen social. El déficit de aseo, el desorden y la improvisación, son tendencias de este esquema mental de funcionamiento.

Susperar el autoabotaje demanda activar uno de los procesos de la autoconsciencia o la metacognición, como lo es la autorreflexividad. Para crear un cambio positivo y duradero, la persona debe darse cuenta de lo que está ocurriendo, reconocer su responsabilidad en los hechos y asumir una posición activa y comprometida. En ocasiones, por razones de desmotivación o de hábitos muy resistentes al cambio, la autoayuda resulta limitada, insuficiente o dificultosa, y se requiere en esos casos, apoyo psicoterapéutico, de profesionales especializados.

Los métodos que mejor funcionan en estos casos, de acuerdo con lo que indican las estadísticas, son los cognitivos conductuales, que se orientan a modificar formas de pensamiento y de comportamiento que se consideran inadecuados con los objetivos y valores de la persona, así como con las normas y reglas del ambiente.

Dr. Renny Yagosesky
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